cecdesign.es es mi marca profesional. Cuando la publiqué allá en 2010 no vi las implicaciones (dificultad de pronunciar, de escribir y, en consecuencia, para recordar) que tenía.
Aunque ha pasado tiempo de sobra como para tomar cartas en el asunto, cuando abordé el rediseño de mi marca diez años después, decidí mantener este naming en lugar de hacer de mi nombre propio una marca personal, como muchas me cuestionan.
De hecho, hice justo lo contrario.
Pese a que cada día veo más improbable dar el salto y crear una empresa con equipo propio (escuchaba a Torres Burriel el otro día en el podcast de Product Hackers y más pereza me entraba 😅), lo que justificaría en gran medida la decisión de no usar mi nombre, creo que mis clientes y aquellos que llegan por el boca-oreja ya se lo saben de sobra y para hacer promoción de mi misma, ya dispongo de linkedin, behance y twitter, según me convenga.
En cambio, a mi web, el grueso de los usuarios entran mayoritariamente por tráfico de Google y voy a serles igual de desconocida o irrelevante me llame Candela Elías o me llame Pepita Pérez; lo importante -pensé y pienso- es qué pueden asociar estas personas con mi nombre.
Así pues, todo justificado y adiós al problema de migrar a otro dominio 🙃.
Solo tenía que encontrar la manera de explicar y aplicar mis principales valores a la marca para «fundirme con ella», y ¿qué mejor manera que a través de conceptos que definan mi forma de trabajar y entender el diseño?
Al menos con las iniciales lo tenía fácil para encontrar palabras de sobra (imagina que me llamase Juana ¡o Xenia!, hubiera tenido que pensar otra estrategia, sin duda).
Las C las tenía clarísimas. La primera es muy obvia: Creatividad.
Cómo voy a poder dar soluciones, mejorar productos y servicios (visual o conceptualmente) sin aportar ideas nuevas. Y la segunda, Coherencia, es algo que me parece fundamental. Entender cada cosa como parte de un todo para que además de tener impacto, se sostenga.
Con estos dos términos defino cómo trabajo y también cómo soy ya que también los aplico en otros aspectos de mi vida.
Con la E en cambio me costó decidirme. Estuve mucho tiempo emperrada con poner ‘Empatía‘. Al fin y al cabo es una cualidad indispensable e indisociable de la UX y que también aplico en mi forma de relacionarme en cualquier ámbito, pero por algún motivo me sonaba vacua. Sumado a los otros dos conceptos parecía que me hubiera leído un post de ‘las cualidades que todo diseñador UX debe desarrollar’, hubiera hecho copy-paste y listo.
Echaba en falta algo que realmente hablase de mi y no de esa Pepita Pérez. Así que lo cambié por Entusiasmo. Y es que, como disfruto con mi trabajo, transmito mucho optimismo.
Me divierte descubrir nuevas personas, sus historias, sus proyectos, nuevos productos… y más aún buscar fórmulas para hacer que lleguen a otras personas.
Esa motivación personal -inherente- puede que no la tenga Pepita; es mi valor añadido, diferenciador, que acaban notando mis clientes y hace que se generen relaciones de confianza y buen rollo.
De manera que puedes hacer la lectura que te parezca: cecdesign.es es Candela Elías Campos y ahora también es una fórmula de Creatividad, Entusiasmo y Coherencia, una filosofía de vida aplicada al trabajo y un reflejo de lo que ofrezco más allá de los resultados.
¿Qué opinas, te parece acertada esta estrategia? ¿Cuáles son los valores de tu marca y cómo haces para transmitirlos? Me encantaría conocer tu opinión 😀