Parece mentira que ya esté contando 10 años desde que empecé a trabajar en el mundo del diseño. Miro para atrás y digo, «¡pero si hace nada que terminé la carrera!» Bueno, no, hace nada tenía el despacho en el casco viejo y antes de eso, estaba en Barcelona y antes de eso haciendo mis pinitos en Navarra, trabajado a distancia con mis primeros clientes y antes de eso, con mi mentor Miguel Ángel Marín, ayudándole con sus proyectos, a caballo entre Málaga y Sevilla. Y entre tanto haciendo cursos y también enseñando.
Mi marca personal surgió de la peor manera posible: una tarde de prisa y corriendo, porque quería presentarme a un concurso y ¡no tenía web!
Hice todo sobre la marcha y sin meditar, escogí el dominio también al tuntún y luego fui lastrando durante muchos años con un logotipo un poco pocho y un dominio (este aún lo mantengo) bastante impronunciable… Será verdad eso de que ‘en casa del herrero, cuchara de palo’.






Uf, sí que ha llovido y cuánto queda por hacer. Así que… ¡que llueva, que llueva cuanto quiera! 🙂
Muchas gracias a todos y todas las que habéis hecho posibles estos diez años: clientes y empresas colaboradoras, por supuesto y a los equipos con quienes he compartido y aprendido esta profesión, pero también a mi familia, amistades y en especial a mi pareja (que es un poco ambas cosas) por acompañarme y darme su apoyo desde el inicio.
¡Esto hay que celebrarlo!